Por Jorge Ramón Rizzo*
¿Qué es una tragedia? El diccionario la define como «un acontecimiento que causa altas dosis de sufrimiento, destrucción y angustia, como un accidente grave, un delito o una catástrofe natural».
Esta última causa, es la que azotó a 139 municipios de cinco estados del país y con la muerte de más de 48 personas, se ve enlutada la población que también enfrenta el revés económico de haber perdido todo o mucho de su patrimonio.
Muebles, enseres domésticos, ropa, calzado, computadoras, tabletas, autos, motos, bicicletas, documentación y daños a sus viviendas, forman parte de los listados que arrojarán los censos con el recuento de afectaciones en las zonas siniestradas.
La gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle, así como los mandatarios de Puebla, Alejandro Armenta; San Luis Potosí, Ricardo Gallardo; Hidalgo, Julio Menchaca y Querétaro Mauricio Kuri, «le entraron» a atender una situación nada fácil, terrible.
En redes sociales recibieron fuertes críticas y en vivo también tuvieron que aguantar algunos reclamos. A la par, desde Palacio Nacional, la Presidenta Claudia Sheinbaum, hacía llamadas, videollamadas y reuniones presenciales con personas que tienen cierto rol en la atención de la tragedia.
Pero si hablamos de la crítica constante que se suscitó entre usuarios de las distintas redes sociales, encontramos que el número uno fue la falta de previsión, la segunda el lento proceso de reacción o atención y, la tercera reclamación ha sido la falta de seguridad en múltiples sucesos de robo y rapiña a negocios, oficinas y viviendas en los municipios afectados por la inundación, que ahora enfrentarán la dura realidad de lo que el agua se llevó.
Este domingo empezó la presidenta un recorrido directo por tres de los cinco estados con damnificados y para este lunes visitará los dos restantes.
Quiero descartar el Caso Poza Rica, no debe pasar desapercibido un episodio y se debe investigar un comunicado que circuló diciendo «ante publicaciones en redes sociales sobre la supuesta apertura de compuertas de la presa Necaxa, se precisa que esa información es FALSA».
Y continúa el Aviso «la presa Necaxa, es una presa de cresta libre, lo que significa que no tiene compuertas, por lo que NO representa ningún riesgo de desbordamiento ni afectación para Poza Rica y municipios aledaños».
Haber sido omisos o minimizar anticipadamente los efectos por las lluvias, es motivo de responsabilidad para la Unidad Municipal de Protección Civil en Poza Rica.
Porque, aunque después la Comisión Nacional del Agua (Conagua), explicó que se registraron escurrimientos de corrientes no reguladas por las presas, el ayuntamiento de Poza Rica prácticamente mandó a dormir a todos con el mensaje de que no pasaría nada y a partir de las 4:00 de la madrugada se empezó a registrar el desbordamiento del río y el agua inundó en minutos las calles de Poza Rica. Lo sucedido después ya lo han visto en innumerables videos que circulan en las redes sociales.
Platiqué con un funcionario de alto nivel de Conagua quien me confió que la cadena de mando en los protocolos de Protección Civil se rompió al llegar a los municipios.
Lo confiado a mi persona por este alto funcionario es que no midieron el tamaño del suceso que se avecinaba. Y ellos, amerita una investigación.
Ningún esfuerzo será suficiente, pero ahí están las autoridades. Ojalá no bajen la guardia, se conduzcan decididamente y respondan a la alta necesidad que dejó en miles de hogares el paso de esta tragedia.
*Periodista/Tlaxcala
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