Ciudad Juárez conmemoró su 366 aniversario de fundación con un multitudinario desfile que reunió a miles de personas a lo largo de las principales vialidades de la ciudad, en una jornada marcada por la convivencia familiar, la memoria histórica y el orgullo de identidad. Desde las primeras horas del día, niñas, niños, jóvenes y adultos acudieron puntualmente para asegurar un buen lugar y ser parte de una celebración que combinó alegría, tradición y sentido de pertenencia.
El ambiente festivo se hizo presente con piñatas, pastel y regalos, mientras el desfile avanzaba ante la mirada entusiasta de los asistentes. A lo largo del recorrido desfilaron 20 carros alegóricos organizados en cinco bloques temáticos: Feliz cumpleaños, Celebremos nuestra ciudad, Estado invitado: Puebla, Juárez sin Fronteras y El Chamizal, cada uno concebido como una propuesta visual y narrativa que recorrió distintos momentos de la historia y la vida contemporánea de esta ciudad fronteriza.
Uno de los carros más ovacionados fue el dedicado a Tin Tan, figura emblemática del cine mexicano y de la cultura chicana, cuyo legado artístico y simbólico mantiene una profunda conexión con el espíritu juarense. Su presencia evocó una etapa fundamental de la identidad cultural de la ciudad, recordando la influencia que ha tenido Juárez en la construcción del imaginario fronterizo.
El desfile también dio espacio a revelar aspectos centrales de la vida económica y social de la región. La industria manufacturera, pilar del desarrollo local, estuvo representada como reconocimiento al trabajo de miles de personas que han consolidado a Ciudad Juárez como una potencia industrial. De igual forma, el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia presentó el carro Pequeñópolis, una propuesta que simbolizó los sueños, aspiraciones y posibilidades de la niñez, subrayando la importancia de construir un futuro con oportunidades para las nuevas generaciones.
Cada contingente aportó una mirada distinta sobre los espacios, las épocas y los valores que han dado forma a Ciudad Juárez desde su fundación en 1659. La suma de estas expresiones reafirmó el orgullo de pertenecer a una comunidad diversa y resiliente, que continúa escribiendo su historia con fuerza, creatividad y sentido colectivo, celebrando no sólo un aniversario más, sino la vigencia de una ciudad que mira hacia el futuro sin perder la memoria de su origen.






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